Imaginería Motora

Últimos avances en neurociencia

Con los avances en neurociencia de los últimos años se ha avanzado en el conocimiento del funcionamiento cerebral, lo que ha permitido la aparición de nuevos enfoques de tratamiento basados en las teorías de control motor. Dentro de estos, se encuentra la práctica mental de imágenes motoras, la cual se ha introducido como complemento a otros métodos de rehabilitación. Con esta nueva manera de trabajar se logra acceder al sistema nervioso, incorporando el movimiento voluntario sin depender de la capacidad motora del paciente. Esto se denomina imaginería motora.

Se ha demostrado mediante numerosos estudios que, durante la evocación mental de un movimiento, en la corteza cerebral motora se produce la activación de circuitos neuronales similares a las que se activan durante la ejecución del movimiento.

Esta actividad se ha venido utilizando tradicionalmente en el ámbito deportivo, con el objetivo de repasar o afianzar la secuencia de movimientos que componen un gesto técnico habitual en un deporte. Existen 2 modalidades de evocación mental:

  • – Externa o visual: en la que el individuo se imagina a sí mismo desde la perspectiva de un observador externo.
  • – Interna o cinestésica, en la que el individuo imagina las sensaciones del movimiento en su propio cuerpo.

La imaginería motora tiene una explicación científica más que demostrada: hay un grupo de neuronas del córtex, las llamadas “neuronas espejo”, situadas en el lóbulo parietal inferior y corteza premotora, que se activan tanto durante la ejecución de un movimiento como durante la observación o imaginación del mismo. El hecho de ver o imaginar un movimiento genera la misma activación de estas neuronas que cuando se realiza, por lo que para fines terapéuticos el observar o imaginar da resultados similares. Gracias a ello, para conseguir cambios en la corteza cerebral afectada podemos entrenar sin necesidad de movimiento activo.

El tratamiento a través de imaginería motora se realiza a través de tres tipos de intervenciones:

  • – Construcción de la lateralidad.
  • – Imaginación de movimientos.
  • – Terapia de espejo.

Construcción de la lateralidad: El paciente tendrá que ser capaz de identificar si la mano/pie que se muestra es izquierda o derecha. En el proceso de identificación, lo que realmente está sucediendo es imaginar su propia mano en la posición de la imagen mostrada, y comprobar que realmente coincide con la mano que se muestra en la imagen. Como aparecen aleatoriamente manos tanto izquierdas como derechas, el paciente en muchos momentos está imaginando su mano afectada.

Terapia en espejo: Es una práctica mental que excita la corteza motora primaria evocando el movimiento del lado parético como movimiento del lado no afectado. El espejo se coloca en medio, en el plano sagital del paciente, lo que refleja los movimientos del hemicuerpo no parético como si fuera del lado afectado.

Imaginación de movimientos: Consiste en imaginar la extremidad realizando un movimiento en concreto sin realizar ninguna ejecución de movimientos. Para facilitarlo, se pueden realizar intervenciones previas a la imaginación, por ejemplo: Observar imágenes en movimiento, observar videos en movimiento; con el fin de activar las neuronas en espejo.

Información e imágenes obtenidas de la web http://www.gradedmotorimagery.com

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