Tratamiento para Pacientes con Traumatismo Craneoencefálico
Tratamiento de fisioterapia a domicilio para pacientes con traumatismo craneoencefálico. Rehabilitación neurológica a domicilio en Madrid.EPIDEMIOLOGÍA
El traumatismo craneoencefálico es la primera causa de muerte e incapacidad en la población menor de 45 años. Se define como cualquier lesión física, o deterioro funcional del contenido craneal, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica.
La incidencia del TCE en España se sitúa en 200 casos nuevos por 100.000 habitantes y año, de los cuales aproximadamente un 10% serán considerados graves, un 10% moderados y leves el 80% restante. Es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, siendo el grupo de edad de mayor incidencia el comprendido entre los 15 y 34 años de edad.
Constituye la primera causa de muerte e incapacidad en los individuos con edad inferior a los 45 años y aproximadamente el 21% de los supervivientes presentarán discapacidad moderada o grave. Los accidentes de tráfico representan la causa más importante, alrededor del 73%, seguido por las caídas 20% y las lesiones deportivas 5%. Otras posibles causas son los accidentes laborales o domésticos, los atropellos, las agresiones y las precipitaciones.
TIPOS DE TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS
En los traumatismos craneoencafálicos se produce una lesión primaria, que es causada directamente por el propio impacto y un conjunto de lesiones secundarias, que son el resultado de las complicaciones locales y de otros sistemas corporales.
Dentro de las lesiones primarias, se clasifican los TCE en:
La fisioterapia especializada tras el traumatismo craneoencefalico constituye la esencia del tratamiento rehabilitador
- Lesiones abiertas o penetrantes en las que algún objeto fractura el cráneo, penetra en el cerebro y lesiona el tejido cerebral a su paso.
- Lesiones cerradas que se producen cuando el cerebro, debido al impacto, se ve sometido a fuerzas de aceleración y desaceleración, que dañan las conexiones nerviosas. En este tipo de lesiones el cerebro es sacudido violentamente hacia delante y hacia detrás (golpe-contragolpe), chocando con la parte anterior y posterior del cráneo, así como con el resto de relieves óseos que encuentra a su paso . Como consecuencia del TCE, se genera en el interior del cráneo una fuerza de rotación que afecta a los axones de las neuronas (sustancia blanca), alterando la comunicación entre las distintas áreas cerebrales; es lo que denominamos daño axonal difuso.
Las lesiones secundarias son aquellas que tiene lugar minutos, horas o días después del accidente. Es por esto que las medidas médicas deben dirigirse directamente a prevenir, diagnosticar y tratar estos efectos desencadenados por la lesión inicial. Entre ellas destacamos: hemorragias, edema cerebral, hipoxia, infecciones, aumento de la presión intracraneal, hidrocefalias…
PRONÓSTICO
La localización anatómica de la lesión así como su extensión y gravedad, van a ser determinantes a la hora de hacer un pronóstico de la evolución.
Más del 85% de los pacientes con calificaciones de Glasgow inferiores a 5 fallece en las primeras 24 h. Sin embargo, también hay pacientes con calificaciones bajas y mal pronóstico inicial que evoluciona favorablemente.
Los signos de mal pronóstico en esta enfermedad son la edad avanzada, la hipertensión intracraneal, la hipoxia, la hipotensión temprana y los signos de herniación cerebral.
La respuesta del cerebro al traumatismo varía con la edad, con una marcada vulnerabilidad y una respuesta desfavorable en el anciano comparado con el cerebro del adulto joven.
EVOLUCIÓN
Una vez que el paciente se estabiliza médicamente, precisará en la mayoría de los casos, de un tratamiento rehabilitador encaminado a recuperar facultades que se hayan visto afectadas, tanto cognitivas como físicas. En este sentido, el tratamiento deberá ser preciso y ajustado al caso concreto, siendo para ello indispensable la formación específica del profesional que lo ofrece.
En el área de la rehabilitación física, el profesional tendrá en cuenta posibles secuelas asociadas al TCE como cefaleas, vértigos, mareos e hipotensión ortostática. Se tendrán presentes a la hora de rehabilitar, si fuese necesario, las habilidades físicas más exigentes como marcha, carrera, entrenamiento aérobico o saltos. Así mismo, las secuelas cognitivas y conductuales serán tenidas en cuenta para poder sacer el máximo partido al proceso rehabilitador.