Por Qué

Las razones por las que la rehabilitación funciona y puede ayudarte

Las claves en la rehabilitación en una persona con un trastorno del tono, el movimiento o la postura derivado de una alteración en el sistema nervioso y el éxito de este tratamiento rehabilitador, radican en la EFICACIA y PRECOCIDAD del mismo.

El campo de la rehabilitación es muy amplio y abarca multitud de patologías. No obstante, no es lo mismo rehabilitar por ejemplo, una lesión deportiva, que las secuelas de ictus o de un brote de esclerosis múltiples. De ahí que la eficacia se asegure eligiendo profesionales formados y especializados en este campo de tratamiento. Un profesional con estas características, que tenga formación específica y experiencia en casos similares, podrá proporcionar un tratamiento más específico y adecuado al caso.

Con precocidad, nos referimos a iniciar el tratamiento lo antes posible. En el daño cerebral, por ejemplo, ya en la Unidad de Cuidados Intensivos se realizan tratamientos de estimulación, cuidados posturales, movilización, prevención de escaras, fisioterapia respiratoria, verticalización del paciente… Tras salir de esta unidad y una vez asegurada la estabilidad a nivel médico, se debe empezar tratamiento en la habitación o en las instalaciones del Hospital. Muchas de las complicaciones inmediatas tras el ictus están relacionadas con la inmovilidad, por lo que se recomienda la movilización precoz tan pronto como la situación clínica del paciente lo permita. Los pacientes que inician el tratamiento rehabilitador durante la primera semana después del ictus tienen menor grado de discapacidad y mayor calidad de vida a largo plazo que los que la inician más tarde. El cerebro es más plástico durante los primeros 6-8 meses tras la lesión. Hay aprovechar al máximo este periodo en el que la adaptablidad del cerebro permite que, a través de un entrenamiento adecuado, se reorganize y reestructure, reaprendiendo el control motor perdido.

Más allá del daño cerebral, en otro tipo de patologías que afectan al sistema nervioso, el hecho de iniciar el tratamiento en las primeras fases de evolución, tras el diagnóstico y la aparición de los primeros síntomas (por leves que sean) aseguran una mejor evolución física y enlentecimiento de la progresión (según la patología). Incluso en algunos casos, es interesante empezar la rehabilitación antes de que aparezcan los primeros síntomas, con el objetivo de fortalecer, prevenir, y entrenar estrategias y recursos a emplear en fases avanzadas. Esto repercutirá a medio-largo plazo en la calidad de vida de la persona

¿Y qué pasa cuando se trata de casos que ya no se encuentran en «fase aguda»? Aunque la rehabilitación consiga mejores resultados durante el primer año, siempre va a ser beneficiosa para el usuario. Los objetivos no serán los mismos, ni tampoco el planteamiento de la sesión. Se trabajará más a demanda del paciente en función de las dificultades que encuentre en su vida diaria (de ahí lo interesante de trabajar en el domicilio). Se tratarán en mayor medida estructuras que por falta de uso o por sobrecompensación, provoquen molestias en el paciente. A nivel musculoesquelético se insistirá en la prevención de acortamientos y rigideces. Y a nivel general, se buscará optimizar el control motor y la función, en vistas a que la calidad de vida del paciente no vaya en detrimento.

Al igual que a las personas sanas se les recomienda entre 3 y 4 días de actividad física a la semana, las personas que han tenido o tienen una lesión en su sistema nervioso, necesitan realizar algún tipo de actividad para así encontrarse bien físicamente y prevenir la aparición de impedimentos físicos. Pero esta actividad física debe estar adaptada a sus capacidades y debe ser guiada por un profesional especializado para que realmente funcione.

Como conclusión podemos asegurar que la rehabilitación física, realizada por un profesional formado, cualificado y con experiencia, siempre va a resultar beneficiosa para el paciente, independientemente del diagnóstico de la patología y de la evolución. Cada caso es diferente, por lo que no todos evolucionan igual. Pero cuando se aplica un tratamiento de manera adecuada con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente, el éxito está asegurado. Y esa es nuestra meta en fisioterapia neurológica.

Rehabilitación domiciliaria en la recuperación funcional de los pacientes con enfermedad cerebrovascular

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